martes, 22 de junio de 2010

Armando Godoy: poeta cubano de expresión francesa.

Armando Godoy (1880 - 1964).
La ciudad de París y la cultura francesa han ejercido siempre una fuerte atracción sobre escritores cubanos de todas las épocas.
Armando Godoy (La Habana, 1880 – París, 1964), poeta de estro variado y abundante, transcurrió en la capital de Francia la mitad de una vida entregada al cultivo de las musas.
Los Godoy, habían fundado una dinastía de banqueros que descollaba en el panorama económico y social de Cuba, a principios del sigloXX. Muy pronto la familia de Armando se traslada a Lima, Perú, donde su Padre dirigía conspicuos negocios.
Su vocación poética fue precoz. Cuando apenas contaba doce años de edad, comienza a escribir sus primeros versos en revistas escolares limeñas: El Colegial, en 1892 y El Aspirante, al año siguiente, recogen tan tempranas primicias.
La familia Godoy al completo: Armando, Julia Cordovés Tovar y los dos hijos. Cuba, primeros años del siglo XX.
Pronto regresa a Cuba, interrumpiendo los estudios iniciados en la capital peruana. En 1904 viaja a París por primera vez durante quince días, encargado de una gestión de finanzas por cuenta del banquero cubano José Payán y de Reina (1844 – 1919), hábil negociador del Banco de Londres.
La actividad profesional no le impide el estudio afanoso de la lengua francesa, que suscitará la eclosión de su talento de poeta.
En 1919, tras un revés financiero que afecta al banco de los Godoy, abandona Cuba con la familia que había formado con Julia Cordovés y Tovar, heredera de unos ricos hacendados. Se embarca entonces rumbo a New York, rehace su fortuna y decide consagrarse enteramente a la creación literaria.
Armando Godoy durante sus años cubanos.
En 1925, lo vemos instalado en París, donde había conocido precedentemente a Henri de Régnier, Francis Jammes y O. V. de L. Milosz. A partir de ese momento se lanza en una intensa y prodigiosa actividad de escritura y publicación: no menos de 40 volúmenes.
Tampoco es de extrañar que, en el umbral mismo de su nueva carrera, haya querido Godoy rendir un homenaje a otro ilustre cubano de Francia, en cierto modo predecesor suyo en la ascensión del Parnaso. Su primer libro así lo testimonia: “A José María de Heredia” (1925).
El poeta cubano recorrerá diferentes etapas que lo llevarán de la exaltación de la criatura a la contemplación inflamada del creador.
En su mesa de trabajo: Armando se convierte en "Armand".
Su producción poética está colocada bajo una doble advocación: amor del hombre y de la naturaleza; amor de Dios.
“Hosana sur le Sistre” (1928), corresponde a la primera búsqueda. La impresión que le causa Schumann y su Carnaval –el de 1835– lo decide a realizar la experiencia de engendrar el verbo a partir de la composición musical e introduce en su poesía un arte de la polirritmia, capaz de transcribir en verso las fuentes musicales en las que se basa: Sonatas de Beethoven, Nocturnos de Chopin, Preludio de Bach, Erótica de Grieg...
Son de notarse las 5 Danzas Cubanas que integran este volumen, en las cuales los diferentes efectos prosódicos que utiliza expresan la variedad de ritmos de nuestra música tradicional y popular.
La pérdida de un ser querido lo conduce al fervor religioso y al más acentrado misticismo.
Armand Godoy con su hijo Jean-Charles.
Con Le Drame de la Passion (1929), Les Litanies de la Vierge (1930), Marcel (1931), Ite, Missa Est (1933), Godoy aporta a la literatura francesa toda una teología poética que lo sitúa, junto a Paul Claudel, entre los más destacados poetas
Católicos.
Muy copiosa es asimismo su bibliografía pasiva. Paul Devaux publicó, en 1933 y 1936, dos libros sobre su obra. Y, en 1959, Anne Fontaine dio a la imprenta, en las ediciones Grasset, el estudio más completo: Armand Godoy.
Pero la apoteosis la conoce muy pronto, cuando la revista francesa Mediterranea le brinda, en 1929 y en forma de grueso volumen, un homenaje extraordinario. Decenas de literatos, músicos y pintores, entre los cuales Paul Fort, Gabriela Mistral y Joaquín Nin Culmell, rivalizan en las alabanzas que a su obra prodigan.
"Et la nuit lumineuse où pleure le palmier". Partitura del compositor cubano Joaquin Nin Culmell dedicada a Godoy por el homenaje realizado por la revista Mediterranea en 1929.
En un frío noviembre del Madrid de 1934, Gabriela Mistral encomiaba la obra del poeta Armando Godoy con singular denuedo:
“Me convence y me vence Godoy con su pasión acérrima y su culto radical de la poesía. Hace diez años que sus libros van a encontrarme en los cuatro puntos cardinales, donde yo los recibo, de una parte como un noble reproche a mi vida desmigajada en afanes dispares, y de otra parte como una saeta que llegase caliente y como recién fundida, de la fragua de donde salió”[1].
Cabe recordar que fue Godoy el primer traductor en francés de las poesías de José Martí. A Godoy le debe el público francés el haber podido leer en su propio idioma la mayor parte de la obra poética de Martí, a quien dedicara dos libros: Poèmes choisis (Emile Paul, 1929) y Poésies (B. Grasset, 1937).
La evocación de la muerte de Martí le inspira un poema en español. He aquí algunos fragmentos del mismo:

Por fin pisaste el suelo idolatrado
De la patria feliz. Sonó la hora
Venturosa y fatal –noche y aurora
Triunfo y desolación, gloria y pecado.

En vano la insolencia del malvado
Hizo crispar tu diestra vengadora:
Hombre –Dios, en la lucha redentora
Preferiste ser Cristo a ser soldado.

Ebrio de amor, sediento de martirio,
Inerme y solo, en épico delirio,
Te abalanzaste hacia la turba impia:

Y trocando el gusano en mariposa,
Cuba libre surgió de tu agonía,
Ungida por tu sangre milagrosa.


Retrato de Madame Godoy (Julia Cordovés Tovar) por Federico Beltrán Massés. Oleo sobre lienzo, 131 x 97 cm. Colección Montesdeoca García-Saénz. Las Palmas de Gran Canaria.
Además de la fe, tuvo Godoy una pasión y un encuentro decisivo en su vida: Charles Baudelaire, cuya influencia es perceptible en toda su poesía.
Bibliófilo y coleccionista de ediciones originales, logró reunir también el más importante conjunto de documentos autógrafos de Baudelaire del que se tenga noticia: 220 cartas y varios manuscritos, adquiridos por la Biblioteca Nacional de Francia en 1982 y 1988, cuando se vendieron en subasta pública.
Muchos años pasó Armando Godoy en su residencia del barrio elegante de Auteuil, en el número 43 de la rue de Raffet. La casi totalidad de sus libros la escribió en francés, pero sus vínculos con la isla natal jamás desaparecieron.
El Diario de la Marina, de La Habana, se hizo eco, en 1928, de la repercusión de los primeros libros de Godoy en Francia:
“Armand Godoy ha hecho un milagro consigo mismo [...]. Es imposible de dar una idea ni muy vaga siquiera de la complejísima trama y la polifacética urdimbre sobre las que están tejidos los gloriosos panoramas mentales que forman la obra poética de Godoy.”
PARIS - CUBA: Ex-libris de Armand Godoy por G. Granger.
Comendador de la Orden de Céspedes en 1930, por nombramiento del Presidente de Cuba, el emblema que escoge como ex-libris proclama su profesión de amor hacia Cuba y hacia Francia, ya indisolublemente unidas en su persona y en su obra para siempre.

[1]. DEAMBROSIS MARTINS, Carlos. Armando Godoy, poeta francés. Prensas de la Editorial Ercilla. Santiago de Chile, 1935. Extracto del prólogo, p. 15.



7 comentarios:

Anónimo dijo...

Interesante javier, no conocia a este personaje. un dia comparti contigo mis manuscritos de Heredia.
Mil gracias

Zoé Valdés dijo...

La última vez que nos vimos hablamos de esta familia, interesantíaima. ¿Por fin averigüaste de Philippe? Así es como se llama el vidente.

Anónimo dijo...

Gracias Javier por este articulo.
No conocia a Godoy.
Y me ha dado muchas ideas para algo que escribo ahora.
Un abrazo
Armando Valdés-Zamora

Félix dijo...

Conozco a una rama de la familia Godoy en La Habana, con lazos familiares peruanos, que emparienta con mi familia (una de las Godoy casó con un tío-bisabuelo mío que aún vive), y al mismo tiempo está emparentada con alguien a quien citas en esta semblanza: Gabriela Mistral, cuyo verdadero nombre era Lucila Godoy. ¿Será esta la razón de la alabanza de la chilena?
Muy interesante todo esto. Desconocía esta historia, y más con la posibilidad de que tenga un vínculo con mi propia familia.
Un saludo,
F.-

Anónimo dijo...

Javier, tú siempre nos traes luz y entendimiento. Fervorosa labor la de tus manos, mis parabienes!
Pedro A. Assef

Ahora Si dijo...

el dia de reyes del 2014 cené en casa de Godoy Arnoldson en Madrid. Él es hijo de Godoy Sayan, banquero cubano nacido en Lima y que se formó en la casa cubana de Armando hasta que fundó su propio banco. Interesantes historias de aquella época en Cuba.

Tonia Salom dijo...

Con gran interés he visto su historia sobre Armand Godoy. Estoy estudiando la vida y la obra de Federico Beltran Masses,también nacido en Cuba y gran amnigo de Godoy y a quien retrató. Como Ud publica también pintó a su mujer,Julia Cordovás,en traje de época. Le invito a visitar la web del pintor www.beltranmasses.com y el facebook/federicobeltranmasses, que espero le guste y sirva para conocer mejor a este gran artista injustamente olvidado hoy.